Un gol de penalti de Sergio Ramos en el minuto 80 evitó la emboscada que el Getafe había dispuesto al Real Madrid. Fue un partido trabado y feo del equipo de Zidane, que volvió a aferrarse al espíritu de su capitán, sin duda el jugador de la Liga, para sacar adelante un partido donde los blancos tuvieron que remangarse. Y mucho.
Zidane sabía que el Real Madrid se jugaba media Liga ante el Getafe. Por eso guardó las rotaciones para mejor ocasión y dispuso un equipo de garantías en el que Mendy entraba por Marcelo en el lateral izquierdo y Vinicius, el jugador más en forma de la plantilla, suplía al protegido Hazard. No era día para inventos sino para remangarse, arrimarse al toro del Getafe y hacer faena.
45 segundos. Eso fue lo que tardó Timor en llevarse puesto a Isco. Era una declaración de intenciones del Getafe. Igual que un sindicalista en una negociación, los de Bordalás llegaban al Di Stéfano dispuestos a sacar las uñas. El malagueño tuvo que ser atendido y, tras comprobar que no le faltaba ningún miembro, volvió al campo.
Mientras el Real Madrid tomaba el pulso al partido el Getafe estuvo a punto de marcar el 0-1 merced a un cabezazo de Etxeita que desvió con la rodilla Maksimovic. Courtois voló como Pedro Sánchez en el Falcon y metió una mano milagrosa. Zidane es frotaba la calva, que refulgía fruto del reflejo de los focos en el sudor. Sí, porque sudaba el Madrid ante un Geta tan peleón como siempre.
Aprieta el Getafe
La realidad es que jugar ante el equipo de Bordalás es como sacarse la arena pegada en la playa: incómodo y laborioso. Hasta el minuto 23 no tuvo el Real Madrid su primera ocasión en el partido. La marró Vinicios o, para ser más justos, la salvó David Soria con una mano majestuosa. El brasileño remató un buen centro de Mendy dentro del área pero el meta del Getafe echó el cerrojo a su meta con una de esas paradas dignas de entrar en el resumen del año.
Las malas noticias siguieron para el Real Madrid porque Varane, aturdido de resultas de un pelotazo en el oído, tuvo que dejar su sitio a Militao. No recordaremos aquí sus números de esta temporada ni los resultados del Madrid con él en el campo, siquiera sea para no gafarle al muchacho.
Una contra del Real Madrid en el 35 volvió a convertir a Soria en protagonista al sacar un remate a bocajarro de Isco después de una jugada coral de todo el equipo. Los de Zidane sonreían cada vez que tenían espacio para correr. Hasta Vinicius, que a veces iba tan rápido que sus piernas hacían spolier a su cabeza y la película acababa mal.
Al descanso el partido se le había enredado al Real Madrid tanto como los muertos por coronavirus al Gobierno. El 0-0 dejaba preocupado a Zidane, sobre todo porque su equipo había tardado media hora en espabilar. Eso sí, cuando los blancos aceleraron al Getafe sólo le quedó el recurso de interrumpir y hacer faltas.
Reacciona el Madrid
En la reanudación el Getafe volvió a trazar la línea de las faltas. Nyom vio amarilla por una entrada sobre Kroos, lo mismo que Militao, que se llevó puesto a Cucurella en la entrada subsiguiente. Al Madrid le seguía faltando fútbol mientras Zidane ponía a calentar a Valverde, Rodrygo y Asensio.
El partido comenzó a enredarse y entrábamos en la media hora final. Tuvo una el Madrid a disparo de Modric que desvió David Soria con otra buena mano abajo. Pero los de Bordalás no se arrugaban y metían en apuros a los blancos, sobre todo cada vez que Militao –que parece peor futbolista cada partido que pasa– entraba en plano.
Entonces hizo Zidane un triple cambio: Valverde por Modric, Rodrygo por Vinicius y Asensio por Isco. Los relevos no mejoraron demasiado el juego del Real Madrid, que siguió tan atascado como quien lleva tres días sin ir al baño. Eso fue hasta que en el 77 Olivera hizo un penalti tan estúpido como obsceno a Carvajal. No supo frenar a tiempo el defensor del Getafe y se llevó puesto al lateral madridista. Sergio Ramos, el que nunca falla, ejecutó la pena máxima.
Al filo del minuto 80 por fin conseguía el Real Madrid el 1-0 sin necesidad ni de apelar a la heroica ni de acelerar demasiado. Reaccionó bien el Getafe, que intentó cercar el área de Courtois. Pero fue un espejismo. Supo defenderse con la pelota el Real Madrid y dejar pasar el tiempo. Era el día para remangarse y los de Zidane lo hicieron. Y ya se sabe que la Liga es para el que se remanga.